Un profesor de primaria se volvió loco y amenazaba con matarnos a todos sus alumnos, creo que también había abusado de alguna de las niñas o algo. Tenía el rostro de Fito Páez.
Luego de una hora de tensión, mi compañera de banco toma la pistola que Fito había descuidado en su mesa mientras de espaldas... Mala idea, yo ya sabía que el hombre llevaba otra consigo. Y la esconde en lugar de usarla para bien... No pude protestar porque el loco ya nos estaba mirando, y entonces fue cuando comenzó a disparar a niños al azar. Adiós Romina, adiós Natalia, serán extrañadas.
Y entonces me apuntó y disparó dos veces. Por separarnos sólo un metro heróicamente evito las balas. Y no sólo eso, logro tomar su brazo, y en forcejeo hago que dispare todas sus balas, desarmándolo. Era el héroe ¡Power Fantasy, señores!
Bajamos las escaleras, yo lo aprisionaba con mis brazos (por alguna razón ya tenía tamaño y fuerza de adulto) y sólo Samuel me seguía. Todavía no había llegado la policía y pretendíamos llevarlo a la dirección para que lo castiguen (?). Pero antes de llegar Samuel encuentra a Marina, tan bonita que es, y me abandona. Y yo con bronca porque no podía hacer lo mismo, a todos nos gustaba Marina. No fue difícil entonces para el malhechor liberarse y salir corriendo, y corrió como nadie por hacerlo por su libertad. "¡Detengan a Fito Páez!" grité, mas no hubo caso, y terminé perdiéndolo.
Volví al salón de clases encorvado y arrastrando los pies en el suelo. Habíanse repartido las cosas de los muertos y no me dejaron nada para colmo. Decidí no sentarme más con Antonella tras la experiencia y quedé solo. Y cuando comenzaron las clases me quedé dormido.
Fue el sueño más estúpido que tuve en mucho tiempo.